El mito de que perros y gatos no se llevan bien es alimentado por refranes populares, series de televisión y miles de sitios en internet que sugieren los eternos celos entre los perros y los gatos o que dicen que sólo cuando estos se acostumbran desde pequeños a la presencia del otro es posible que se lleven bien.
Como propietarios de gatos y de perros, conejos, peces y aves, podemos señalar que es posible la buena convivencia entre estos animales, dándoles el respectivo espacio y tiempo a cada especie y a cada individuo de la familia que se compone, así que aquí te van las mejores claves para que en tu hogar no haya pleitos y reine la harmonía.
1. Los perros y los gatos necesitan espacio
Los perros y los gatos tienen necesidades diferentes, pero hay algunas en las que son semejantes, una de ellas es su espacio, tanto los perros como los gatos necesitan un lugar para descansar y relajarse y ese sitio no necesariamente ha de ser el mismo para ambos.
Aunque puede darse el caso que con el paso del tiempo el gato sienta la necesidad de sentir calor y se acerque al perro sin que éste lo rechace, pero inicialmente debes procurar una cama para cada uno de los elementos que conforman a tu familia.
2. Los perros y los gatos no comen lo mismo
Cuando los perros y los gatos se encuentran saludables están más dispuestos a aceptar la presencia del otro y su lugar en el hogar, para mantenerlos en perfectas condiciones debes entender que sus necesidades alimenticias son diferentes.
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Si le das alimento para perro a un gato le provocarás desnutrición por la cantidad de fibra que contiene, y si le das alimento para gato a un perro le ocasionarás una obesidad impresionante debido a la proteína con la que debe estar enriquecido.
Así que aunque se lleven bien tus animales de compañía considera que son diferentes.
3. Bríndales tiempo suficiente a los perros y a los gatos
Independientemente de la edad que tengan los perros y los gatos cuando decides integrar a uno de los dos a la familia evita que se den situaciones que propicien los celos, considera que ambos deben ir acostumbrándose a la presencia del otro para que comiencen a llevarse bien y a cuidarse mutuamente.
Pasa tiempo con ambos y marca constantemente que el que manda en esa pequeña manada eres tú, y que eres tú quien decide lo que es correcto y lo que no, así que no dudes en disciplinar al gato si es que pretende atacar al perro o viceversa.
Si llevas a pasear al perro y el gato se queda en casa él michi puede aprovechar para dormir y relajarse, si juegas con el gato al regresar el perro ya suele estar relajado por el paseo como para intervenir en los juegos del felino, así evitarás que se dañen entre ellos.
4. Deja que los perros y los gatos perciban el olor mutuamente
Algo que puede ayudar bastante a que los gatos y los perros convivan de la mejor manera, especialmente cuando alguno de los dos es adulto, es que puedan percibir el olor del nuevo compañero de hogar, el aroma constante del nuevo integrante de tu familia establece confianza entre ellos.
Si dejas que el perro olfatee la cama del gato la aceptación será más sencilla, lo mismo ocurre a la inversa, en muchas ocasiones el gato ataca debido a que la llegada de un nuevo integrante a la casa lo estresa.
Considera que los gatos son animales rutinarios y más que rechazar a nuevo compañero lo que están rechazando es el cambio en su hogar y en su vida, los perros de igual manera establecen rutinas, pero pueden aceptar la presencia del gato al irlo conociendo poco a poco.
No esperes que los perros y los gatos se acepten al acercarlos y obligarlos a convivir, así que evita situaciones forzadas.
5. Deja que entre ellos establezcan límites a su relación
Sin perder autoridad, permite que el perro y el gato vayan estableciendo poco a poco los límites de su relación, no siempre será el caso que tu perro y tu gato se lleven tan bien como para acostarse juntos en invierno, ni tampoco será el caso que se lleven tan mal como para no poder verse ni en pintura.
Los gatos suelen necesitar un poco más de tiempo para aceptar a los perros cuando ellos llegaron primero, pero es cuestión de tener paciencia, al principio parecerá que el gato se limita a aceptar la presencia del perro en tu casa, pero después si es necesario hasta cuidará de él brindándole compañía y en ocasiones ronroneos.
6. Los perros y gatos pueden llevarse bien a cualquier edad
Suele decirse que para que un gato y un perro puedan convivir es necesario que vivan juntos desde cachorros, pero hay ocasiones en que la vida no permite que la relación comience desde ese momento.
Si ya tienes un perro o un gato adulto y decides adoptar a un perrito o a un lindo cachorro de gato no te preocupes tanto por su convivencia y ocúpate de no desatender al que ya estaba en casa por dar toda tu atención al recién llegado, recuerda que uno de ellos ya conoce las reglas de la casa y el otro no, así que debes enseñárselas. sin descuidar las atenciones al que ya estaba antes.
Si vas a adoptar a un adulto, es el mismo caso, debes enseñarle las reglas de la casa mientras que el que ya estaba, sea un perro o un gato debe sentirse tan amado como siempre, en una de esas hasta te ayuda con la educación del recién llegado.
7. Jamás dejes solos a perros y gatos mientras se adaptan
Una clave que no debes olvidar para que la confianza se establezca entre los perros y los gatos es que no los debes dejar juntos y solos mientras se adaptan el uno al otro, los acercamientos deben ser supervisados y para ellos considera que el gato debe tener rutas de escape posibles para que pueda sentir que tiene control sobre sus pasos.
El perro, debe entender que está prohibido perseguir al gato y eso se lo debes hacer saber tú, por eso mientras no veas que ya es posible que se lleven bien o al menos de manera respetuosa, es decir sin atacarse, lo mejor es que estén siempre supervisados, no quieres que el gato arañe al perro o que el perro muerda al gato.
Si eres muy observador y permites que los animales establezcan entre ellos los límites de su relación podrán estar en tu casa sin generarte destrozo y medio, que estamos seguros no querrás.
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Como consejo extra, considera que al adoptar perros o gatos o ambos adquieres un compromiso con ellos de por vida, ya que no es válido que después los dejes abandonados a su suerte, así que considera que ese compromiso incluye alimentación, visitas al veterinario, esterilización y tiempo de calidad para que su salud física y emocional siempre sea la mejor.