Por: Mi Hermoso Gato
Amigos, les contaremos la historia de uno de nuestros gatos, de el original «Hermoso gato» de nombre Radheya y de apodo «Gato Miau», espero lo disfruten.
Nuestro hermoso gato llegó a nuestras vidas porque decidimos adoptar a un pequeño amiguito peludo. En realidad él nos encontró, ya que fuimos a comprar una hamburguesa y escuchamos un maullido, no ubicamos el lugar, hasta que lo vimos en la tienda de una señora, ella nos comentó que el felino llegó y nos lo ofreció.
Al instante nos enamoró, sus ojos, su maullido, su color y su timidez nos conquistó, y pues lo adoptamos. Ahí comenzó una relación que es única y maravillosa y que nos ha llevado a tener miles de anécdotas y aprendizajes sobre los felinos domésticos, su carácter indomable y sobre nosotros mismos.
Un gatito recién adoptado hace algunas travesuras que nos pueden disgustar, como ejemplo cuando araña los muebles, pero siempre nos mira con sus ojos kawaii y se nos pasa la molestia de manera instantánea, (si te pasa eso una buena opción es conseguirle un rascador para gatos).
En algunas ocasiones nos lleva varios sustos: recuerdo una vez que se salió al patio, y entre juego y juego, su collar quedó atorado en un alambre y casi se nos ahoga, por fortuna no pasó a mayores.
En diciembre nunca falta ese recuerdo de cuando el minino trata de trepar al árbol de navidad, o se siente atraído por el brillo de las esferas… El resultado es predecible, no puede haber nada más bonito que el pequeño peludito que alegra nuestras fiestas con sus aventuras.
Recuerdo otra ocasión que estábamos en el comedor, se acercó Radheya, pero lo vimos raro, de repente se desvanece, casi nos da un infarto, pensamos que ya no lo contaría. Así duró unos minutos, queriendo abrir sus ojitos, pero casi no se movía
Después de mucho tiempo, darle agua, se nos ocurrió darle una malteada con azúcar y milagrosamente reaccionó como si nada hubiera pasado (afortunadamente, hasta la fecha no le ha pasado de nuevo).
Este miembro de la familia nos ha traído muchas alegrías y sustos; es muy cariñoso y travieso, cuando comemos se para en dos patitas y con su garrita nos pide de comer, ( es muy tragón, no le basta con su comida especial).